CUANDO LA RADIO JUEGA UN PAPEL TRASCENDENTE PARA SALVAR VIDAS EN LA REPÚBLICA DE EL SALVADOR
En memoria de los hombres precolombinos que poblaron el actual territorio salvadoreño, los Pipiles, población de origen Náhuat, los Lencas y del glorioso reino de Cuzcatlán, me permito escribir en favor de la vida, solidaridad y repudio total a las amenazas de muerte que reciben los activistas ambientales y en especial los periodistas de Radio Victoria, una radio comunitaria del Municipio de Victoria en Cabañas, El Salvador.
La radio viene funcionando desde los años 90, fundada a consecuencia de la sangrienta guerra civil de la nación, hoy transmite noticias diarias locales e internacionales y algunos espacios dirigidos a las comunidades desfavorecidas de medios de comunicación como teléfono, internet y otros. Lo interesante de esta radio es que en sus cabinas alberga a jóvenes de 16 a 24 años de edad, quienes por errores del destino, crecieron en campos de refugio de Honduras, ahora residentes en El Salvador. Su labor, informar los problemas que agobian a los pueblos en estos días donde las transnacionales del oro hacen de las suyas. Por citar algunos casos, denunciaron la desaparición del activista, ambientalista Marcelo Rivera, quien fue secuestrado y encontrado muerto con señales de tortura. Además, han denunciado sin pelos en la lengua las consecuencias que traería a los humildes habitantes de Cabañas la apertura de una mina en la zona por Pacific Rim, una empresa canadiense.
Para dar sustento a las amenazas y muertes ocasionados por las mineras, analizaremos como las transnacionales del oro en su mayoría, corrompen a líderes comunales, alcaldes, gobernadores, periodistas y hasta el mismísimo presidente de la República, hablo en término general. Se instalan las mineras con falsos estudios de impacto ambiental, dividen a los grupos sociales pagando fuertes sumas de dinero a los líderes y firman el contrato de exploración y explotación, sin importar las terribles consecuencias sociales y ambientales. Si ante la maldad de la transnacional del metal el líder o activista ambiental, como algunos de El Salvador, que en paz descansan, Marcelo Rivera, Dora Alicia Recinos, Manuel, su hijo no nacido, y Ramiro Rivera, levantan su voz a favor de la vida, la transnacional y su cuadro de aniquilamiento contratan mercenarios y dan muerte o amenazan para amedrentarlos y silenciarlos para siempre. Esto ocurre hoy mismo en El Salvador y en algunos países latinoamericanos.
Los pueblos del mundo, las organizaciones humanitarias y líderes que defienden la vida deben unirse ante la crueldad de pocos hombres de fortuna. No es posible que ellos fomenten el odio entre humanos de una misma o distinta sociedad. No es posible que el oro valga más que la vida. No es justo el engaño con pretexto de minera responsable a pueblos castigados por la miseria e indiferencia. Hasta donde se sabe no hay minera en el planeta que no contamine. Cierto que trae desarrollo, pero solo para unos cuantos, más es la fuga de capitales por corrupción, prostitución, contaminación del suelo, el agua y la tierra, en conclusión son problemas altamente de impacto ambiental y social.
Algunas evidencias de amenaza a los periodistas de Radio Victoria dicen fielmente:
“hoy debiste haber salido como te ordenamos y no lo has hecho no es problema nosotros terminaremos nuestro trabajo como lo han solicitado cuidate”
“ya comenzaron la bulla terminala perros hoy les vimos en la telly como chuchos amulgados que verguenza ahora terminen de hablar mages”
Pues todo está claro, las frases vertidas de amenazas responden a mercenarios que cumplen su trabajo asignado por encargo. Ante eso que hace la Justicia salvadoreña? Dónde están los derechos humanos? Las cortes y organizaciones humanitarias, estarán cumpliendo su trabajo? Pienso que sí, de alguna manera.
Mi solidaridad con los deudos de activistas ambientales y periodistas amedrentados. No nos queda otro camino que seguir con los motivos de una vida saludable.